Europa para amantes del arte: ciudades que no puedes dejar escapar

Hace unas semanas te hablábamos de rincones de Barcelona que no te podías perder si te gustaba el arte. Hoy (y siempre) volveríamos a hablarte de Barcelona, pero como tampoco queremos aburrirte, hemos estado buscando en nuestro catálogo otras ciudades para satisfacer tus inquietudes y, por qué no, para que te plantees pasar en ellas una temporada.

  1. Florencia, Italia

Lynch, Bowie, Foster Wallace, Beckham…, pero siempre el David de Miguel Ángel. Florencia es el punto de partida o el punto final para cualquiera que haga una ruta del arte por Europa. La Galería Uffizi, que alberga obras de Da Vinci, Rafael, Durero o Velázquez, es la pinacoteca más concurrida de Italia, con dos millones de visitantes anuales. Y la lista de sitios que visitar no es precisamente corta: la basílica de Santa Cruz, el Palacio de Pitti, la catedral de Santa María del Fiore… Que no te extrañe si te da un mareo repentino. Si le pasó a Stendhal, abrumado ante tanta belleza, puede pasarte a ti. Y si te pasa, mira esta cama que te hemos buscado. Un poquito de arte, un poquito de descanso, otro poquito de arte…, y otro poquito de descanso. A quién no le gustaría vivir así.

2. Viena, Austria

Viena siempre son palabras mayores cuando hablamos de arte. Más si cabe cuando tenemos en cuenta que estamos tratando sobre la capital europea de la música. Pero en Viena no todo sólo es música y la Unesco lo supo ver bien: el casco histórico de la ciudad es Patrimonio de la Humanidad. La arquitectura de la capital austriaca embellece su centro urbano, a la vez que ha sabido proteger del tiempo toda la historia que atraviesa la ciudad. Por no hablar de su extensa oferta cultural. Cuenta, por ejemplo, con el MuseumsQuartier, en el séptimo distrito de la ciudad, un complejo museístico que es uno de los espacios culturales más grandes del mundo y que, entre sus distintos museos, alberga colecciones de obras de Klimt, Kokoschka, Egon Schiele o este estudio. Ah, no, que este apartamento donde está es en Spotahome. Pero no nos podrás negar que es divino.

3. Madrid, España

Hace poco que Madrid entró en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, en la categoría de paisaje cultural. El conjunto urbano que abarca el Parque del Retiro y el Paseo del Prado, conocido como Paisaje de la Luz, incluye en su recorrido seis museos en total, entre los que se encuentran el Museo del Prado, el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza, tres de los museos más importantes no sólo de España, sino de Europa. Por si fuera poco, en Madrid también se celebra cada febrero ARCO, una de las ferias de arte contemporáneo más reconocidas del panorama internacional, en la que participan cientos de galerías. Si te entran dudas, te hemos buscado este bonito apartamento por Atocha, justo al lado del Paisaje de la Luz. Y con razón: qué luz en este salón.

4. Berlín, Alemania

Informalmente conocida como la capital del arte contemporáneo, sin duda, Berlín tiene uno de los conjuntos artísticos más eclécticos y versátiles de toda Europa. Con cientos de galerías y un sinfín de museos, Berlín es una apuesta segura por la diversidad creativa. La capital alemana, de la que también te hablamos hace unos meses, despierta interés a todo tipo de público: arquitectos, amantes del arte urbano o del contemporáneo. Uno de los focos más importantes de la ciudad es la Isla de los Museos, que recibe su nombre por la cantidad de museos que ocupan la mitad norte de la isla, en la que se encuentran el Museo Antiguo, el de Pérgamo o la Galería Nacional Antigua. Sea como sea, Berlín es una de las mejores opciones para quien quiere perderse por una ciudad y empaparse de arte.


5. Róterdam, Holanda

Por último, queríamos reservarle un hueco a una ciudad que celebra el ingenio: Róterdam se ha convertido en los últimos años en el punto de mira de los más interesados en la arquitectura contemporánea. De hecho, la ciudad holandesa cada vez despunta más como el centro de reunión de los más atrevidos. Olvídate de edificios clásicos y fachadas tradicionales: en Róterdam el ladrillo apuesta por ir más allá del convencionalismo arquitectónico y la ciudad es un territorio fértil para la imaginación, la creatividad y el futurismo.