Hay muchos motivos por los que la gente que vive en el extranjero decide volver a casa. La causa puede ser laboral, familiar, de salud o incluso por amor, pero, independientemente de ello, muchas veces la decisión implica grandes cantidades de estrés difíciles de gestionar. Seven Seas Worldwide, compañía especializada en servicios de mudanzas, aporta consejos útiles para quienes hayan tomado la decisión de regresar. Por eso, tomando como referencia la guía de la empresa, hemos extraído algunos tips para prevenir agobios a nuestros usuarios de Spotahome.

Es importante tener en cuenta que es normal sentir estrés o ansiedad cuando la vuelta se aproxima. Estas sensaciones, además, pueden venir dadas por multitud de motivos, entre los que pueden destacar los siguientes, como señalan desde Seven Seas Worldwide:

  • Separarte de tus seres queridos. Sea yendo o volviendo, mudarse siempre implica decir adiós a alguien. Cuando uno se asienta en una ciudad, genera un círculo de amigos y de conocidos que pasan a formar parte de su vida y de su día a día. Y aunque volver a casa conlleva recuperar a personas de tu pasado, el coste emocional que lleva aparejado es un precio que pagar que sale más a cuenta si ya se ha asumido con suficiente tiempo de reflexión.
  • Alteración de tus horarios y agenda. Hay personas que están muy apegadas a sus rutinas y que, ante cualquier amenaza de cambio, sufren fuertes golpes de estrés. Por tanto, volver a casa, independientemente de los motivos, implicará un tiempo de adaptación a las nuevas reglas que regirán la rutina.
  • Alteración en tus ciclos del sueño. Si un viaje es largo probablemente implicará un cambio de zona horaria. Esto, sumado a los trastornos por el cambio de rutina y de vida, probablemente genere alguna pequeña perturbación en tus ciclos del sueño, por lo que es importante asegurar que, a la vuelta, tendrás tiempo de amoldar tu cuerpo y tu cabeza al descanso.
  • Atención también a la salud física. Ante un gran cambio de vida y, por tanto, de rutina, con un largo viaje además de por medio, hay que prestar tanta atención a la salud mental como a la física. Así, en épocas de transición es fácil descuidar la salud, por lo que es importante no olvidarse de cualquier sensación de alarma que envíe el cuerpo.
  • Gestionar la soledad. Volver a casa después de un largo periodo de tiempo puede haberte hecho perder muchos contactos en el que era tu círculo social habitual. Por ello, uno ha de estar preparado mentalmente para, por un lado, asumir que es normal sentir un poco de soledad al principio, y, por otro, mostrarse dispuesto a iniciar nuevas relaciones para asentar poco a poco la vuelta a una vida normal.
  • Gestionar el choque cultural. Una nueva ciudad –en este caso, una vieja ciudad– tiene sus propios ritmos, su propio ambiente e incluso su propia identidad. Todo ello forma parte de su cultura. La ventaja de volver es saber adónde uno vuelve. Por ello, hay que estar preparado para saber prestarse a estos nuevos ciclos y adaptarse de la mejor forma posible.
  • Cuestiones básicas de logística. Un viaje largo y una mudanza conllevan evidentes cuestiones operativas y logísticas que requieren de mucho esfuerzo. Si, además, tenemos en cuenta que es un desplazamiento permanente en el tiempo, es fácil pensar que todo lo que tenemos que trasladar será de gran peso. Por eso, la organización es fundamental y dentro de ella entran todo tipo de preguntas: qué queremos llevarnos y qué no, de qué podemos deshacernos, cómo será el desplazamiento… De ahí la existencia de compañías como Seven Seas Worldwide, especializada en servicios de mudanzas a nivel internacional que garantiza la seguridad de tus pertenencias.