De Tapas por La Latina

La cultura del tapeo ha venido a sustituir al flamenco o a los toros en el imaginario mundial como sinónimo de los ancestrales lemas typical Spanish y Spain is different. Y con toda justicia. La fiesta nacional está clara e irremisiblemente de capa caída (o capote); el flamenco, a pesar de su creciente popularidad dentro y fuera de España, no es tan representativo. Pero, ¿a quién no le gusta irse de tapas?

Tapear sigue siendo, a pesar de todos los esfuerzos por copiar inspirarse en esta práctica, prácticamente impensable fuera de nuestras fronteras (restaurantes “españoles” aparte; sin ánimo de faltar, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, como explicaremos). Sigue siendo un misterio para los miles de especialistas dedicados a estudiarlo por qué, si a todo el mundo parece gustarle tanto, nadie es capaz de hacerlo en condiciones más allá de los Pirineos.

El universo tapa

¿Qué es eso de las tapas? El origen no está claro: que si el pequeño trozo de pan con algo con que en los tiempos pre-refrigeración aislaban la bebida de las omnipresentes moscas, que si una costumbre dietética de Alfonso X, que si es la ración de la posguerra, que si son “etapas” que hacían los soldados, que si los avispados propietarios de bares comenzaron a ofrecerlas para azuzar el consumo entre sus parroquianos…

Lo que sí está claro es en qué consiste… Bueno, tampoco, porque en cada región tiene sus peculiaridades en cuanto a los componentes, tamaño, elaboración, ritmo, cantidad… A veces ni siquiera se llaman tapas, sino pinchos. Pero en general, el tapeo sigue el siguiente procedimiento:

  1. un grupo de amigos llega a un bar y pide una ronda de bebida.
  2. el camarero pone la ronda; normalmente pregunta si se quiere tapa (y a veces incluso qué se quiere de tapa).


Sentarse y pedir varias tapas de golpe con una sola bebida es de guiris; que lo sepas.

  1. el camarero trae la tapa y los amigos hablan, comen y beben, muchas veces de pie.
  2. el grupo de amigos paga la ronda (tapas incluidas) y repite la operación en otro bar.

La Latina, el barrio de tapas en Madrid por antonomasia

¿Qué tiene La Latina para haberse convertido en uno de los lugares que no puedes perderte para ir de tapas por Madrid? Bueno, lo tiene todo. Un barrio situado en pleno distrito centro, asimilable aproximadamente al Casco Histórico (el famoso Madrid de los Austrias), peatonalizado casi completamente y plagado de buenos establecimientos con camareros avezados en el arte de tirar una caña.

El ambiente, además, es ecléctico casi desde que existe el barrio, cuando acogía tanto a la aristocracia más rancia como al proletariado más lumpen. En él se mezclan gatos (madrileños) de toda la vida y todos los perfiles sociales, castizos trabajadores de la zona, estudiantes, los nuevos y modernos habitantes, gente del teatro (abundan por la zona), los personajes más variopintos del Rastro, turistas y gente de paso en Madrid…

(Photo by Litel Pini)

En fin, un variopinto microcosmos en el que da gusto perderse, y si añadimos las terrazas (especialmente uno de esos gloriosos y luminosos días de la primavera madrileña), es un placer ir de tapas por la Latina, quedarse a remolonear, hablando con unos y con otros, ampliando y reduciendo el círculo de amigos, separándose y encontrándose de bar en bar, con una caña o un vino en la mano y disfrutando de las especialidades de cada sitio, que rivalizan entre sí por atraer a la clientela.

En los últimos tiempos, entre el reconocimiento internacional de la tapa y la penetración de la cocina de autor en nuestro cotidiano, las tapas se han ido haciendo cada vez más sofisticadas y elaboradas, hasta convertirse en ocasiones en auténticas exquisiteces. Yo soy de corte tradicional, y además hago mía la idea de que hay que saber hacer lo sencillo antes de pasar a lo complejo, así que si pretendo ir a menudo a un bar les hago un pequeño examen: por su tortilla los conoceréis...

Y tú, ¿ya has estado de tapas por La Latina? ¿Cuáles son tus sitios favoritos?

Y ¿después? Si descubres que eres de los que gusta en liarse después del tapeo y salir un poco a ver qué se cuece en la noche madrileña, aquí tienes todo lo que necesitas saber!