El barrio más elitista de Madrid, la milla de oro madrileña, el distrito más caro... Son sólo algunas de las coletillas y "apodos" que se le ponen al barrio de Salamanca, uno de los mejores barrios de Madrid para vivir, pero también de los más exclusivos.

Para muchos, convertir el barrio de Salamanca en tu residencia, es toda una declaración de intenciones.

Hay clichés alrededor de este barrio, no nos vamos a engañar. Pero también hay gente que simplemente quiere ir andando a trabajar, pues muchos de los enormes pisos se han convertido en oficinas.

Descubramos, por partes, los entresijos del barrio de Salamanca, el otro "centro" de Madrid.

Quién fue el Marqués de Salamanca

Como ya vais viendo, en mis posts me gusta ir a los orígenes, contextualizar y dar crédito.

Así, el barrio de Salamanca debe su nombre al malagueño que lo impulsó hasta su muerte, el primer inversor en bolsa, cercano a la reina Isabel II y promotor del ferrocarril: José de Salamanca y Mayol, es decir, el marqués de Salamanca.

En 1860, Salamanca quería que el ensanche de Madrid fuera un barrio de élite, fastuoso y elegante. A día de hoy, hay que seguir dando crédito al marqués.

Qué ver

Para mí, lo mejor de este barrio es su riqueza arquitectónica, las fachadas de los edificios bien merecen un paseo tranquilo.

Simplemente, caminar por la calle Serrano, viendo las tiendas y los distintos tipos de gente, es un plan en sí mismo. Callejear por las más estrechas, con esos comercios con los escaparates tan cuidados, también merece la pena.

Pero es que además, el barrio de Salamanca ostenta monumentos, museos y salas de exposiciones preciosas.

El Museo Arqueológico Nacional, el centro del arte antiguo de España. Un museo que se hizo muchísimo más accesible, didáctico y actualizado tras la reforma de 2014. Por lo que si todavía no has ido, que sepas que es un must de la capital. Y sí, la famosísima Dama de Elche se encuentra allí. Por cierto, los sábados a partir de las 14:00 y los domingos por la mañana, es gratis.

Museo Lázaro Galdiano. Uno de esos museos menos conocidos, pero personalmente, una joya y uno de mis rincones favoritos de Madrid. En este precioso palacete de la calle Serrano, se halla la colección, que durante 60 años atesoró Lázaro Galdiano. El Bosco, Velázquez, Goya, Murillo, entre los artistas de los cuadros de sus paredes.

La Puerta de Alcalá. El símbolo de los símbolos de Madrid se erige al final de la calle Serrano, en el límite del distrito de Salamanca con el parque de El Retiro. Inaugurada en 1778, a petición de Carlos III, era una de las cinco puertas reales por las que entrar en Madrid.

Dónde comer

La lista es interminable. Desde los sitios más exclusivos a las tabernas con menú del día para los trabajadores de los centenares de oficinas.

-La Maruca. Comida cántabra, de calidad, abierto prácticamente todo el día. La ensaladilla, las rabas, las alcachofas, la merluza... Todo está de 10. La Maruca se encuentra en la calle Velázquez, 54.

-El Gordo de Velázquez. Vale para picoteo, para tomar algo a su terraza, para comer o cenar, propiamente dicho o incluso para beber la primera copa. Vale para todo. Me encanta este sitio. El Gordo de Velázquez está en la calle Velázquez, 80.

-Ten con Ten. Algo más exclusivo y caro que los dos anteriores. El local es precioso y el trato de los camareros exquisito. Ten con ten tiene su clientela propia, pero también a muchos extranjeros les gusta venir a Ten con Ten. Este restaurante se encuentra en la calle Ayala, 6.

-Ultramarinos Quintín. Un local de los mismos dueños que Ten con Ten (y el Paraguas), pero con un concepto totalmente diferente. La esquina y el local son preciosos. Ultramarinos Quintín, está en la calle Jorge Juan, 17.