En las grandes ciudades, cada vez es más típico cruzarse con algún vehículo de uso compartido. Por ejemplo en Madrid, se está convirtiendo en una estampa propia de la ciudad: pequeños coches blancos, eléctricos, aparcados en zona azul o ya con conductor, esperando en un semáforo... El sábado pasado, dando un paseo de dos horas por el centro, conté diez de estos vehículos, la mayoría circulando por las calles de Madrid. A decir verdad, y por lo díficil que resulta algunas noches conseguir uno, se puede decir que las alternativas al coche, el llamado carsharing eléctrico, están aquí para quedarse.

Los beneficios son claros. El primero y fundamental -y muchas veces infravalorado-, es la reducción del uso del coche convencional y, por tanto, la disminución de los gases invernadero que se respiran en Madrid y consecuentemente la polución. En este sentido, merece la pena destacar que cuando en Madrid se anuncian los periodos de alta contaminación y se llega a prohibir la circulación, estas tres alternativas al coche no sufren dicha restricción.

En segundo lugar, aparcar en zona verde y azul es gratis para los usuarios de estos servicios, por lo que resulta muy cómodo despreocuparse de pagar el parquímetro. No sólo cuando se termina un servicio, la mayoría ofrece la alternativa de dejar el coche reservado mientras estamos comprando, haciendo un recado, o yendo a buscar un amigo.

En tercer lugar, destacaría que tan sólo hay que hacerse responsable del coche durante el trayecto. Es decir, después no hay que pagar seguros anuales ni ningún tipo de tarifa impositiva. Asimismo, algunos usuarios de los coches eléctricos se quejan de que aún no hay puntos de carga masivos, pero en el carsharing, son otros los que se preocupan de cargarlos y de su puesta a punto. Cada empresa tiene un equipo propio de mecánicos (tampoco tendrás que ir al taller), de limpieza... El proceso se reduce a buscar, conducir y aparcar.

Como punto negativo, en mi opinión, hay más demanda que coches. En algunos barrios resulta imposible encontrar uno disponible o el trayecto a pie, hasta el lugar donde está el coche aparcado, es mucho más largo que el trayecto en el propio vehículo. Espero que con el paso del tiempo, y ante la buena respuesta de estos servicios entre los usuarios, se aumente la oferta de coches. También que se aumente la zona. Es precisamente en barrios de las afueras de Madrid, con menos posibilidades de transporte público, donde estos coches son más bienvenidos. Por último, si eres olvidadizo o despistado, recuerda que es un servicio compartido. ¡No te dejes nada dentro del coche!

He probado las tres opciones, los tres servicios de carsharing que ofrece Madrid: Zity, Car2go y Emov. ¿No sabes por cuál decantarte? Yo te recomiendo que tengas instaladas en tu móvil al menos dos aplicaciones. Así si en uno no hay disponibilidad, puedas intentarlo con otro. Si todavía no te has animado, te recomiendo que los pruebes. Lo primero que tienes que hacer es validar tu carné de conducir. A continuación te dejo las principales diferencias tras mi experiencia en el carsharing.

Zity

Es el último en llegar al mercado del carsharing. Es un Renault ZOE de 5 plazas, el más grande de los tres vehículos. También tiene un maletero espacioso, aunque para ser honesta, no llevaba maletas, y por tanto no sé calcular exactamente cómo de espacioso es.

  • Cuota de entrada: como se ha lanzado recientemente, los precios y las cuotas son de "bienvenida". Así que es un buen momento para descargarse la app, porque de momento, es gratis.
  • Precio: Igualmente, al ser un lanzamiento nuevo, la tarifa es de 0,21 euros el minuto. El día completo 55 euros.
  • Flota: 380 Renaults ZOE ya operan en la capital.
  • Zona operativa: dentro de la M-30.
  • Bonus: Zity tiene una tarifa llamada Standby, para cuando se hacen paradas. El precio es de 0,07 euros nada más.

Car2go

Es el primero que llegó a Madrid, el más pequeño, pero que abrió el camino y la costumbre a usar los vehículos compartidos. Al ser un Smart, biplaza, su tamaño es más reducido y a mí me resulta más fácil de aparcar. Me encanta dejarlo en esos huecos en los que que cuando pasas con un coche normal, rechistas, porque con que el de delante se hubiera pegado un poco...

  • Cuota de entrada: 9 euros, aunque a mí me ofrecieron 15 euros de crédito.
  • Precio: 0,21 euros el minuto. 59 euros todo el día.
  • Flota: 500 Smart fortwo.
  • Zona operativa: dentro de la M-30.
  • Bonus: puedes usarlo en un montón de ciudades y capitales. La app te sigue funcionando en Ámsterdam, Berlín...

EMOV

El segundo servicio de carsharing en establecerse en Madrid fue Emov. Son Citroën de cuatro plazas y un maletero pequeño.

  • Cuota de entrada: 9 euros. En marzo hay una promoción, de 20 minutos gratis.
  • Precio: por minuto: 0,24 euros; por día: 69 euros.
  • Flota: 600 Citroën C-Zero.
  • Zona operativa: dentro de la almendra central de la M-30 así como Hortaleza, Las Tablas y algunas calles de Arturo Soria.
  • Bonus: puede que porque sea el servicio más caro, pero he enontrado más disponibilidad de Emov.

¿Has probado alguno de ellos? Cuéntanos cómo de mueves por Madrid