Hoy nos toca hablar de un plato que siempre apetece cuando hay apetito: el cachopo. El cachopo se ha convertido en una de las mejores alternativas gastronómicas para compartir en familia o con amigos, y hay muy poca gente que todavía no conozca este manjar de origen asturiano. Ya se sabe que el norte de España y, sobre todo, el Principado de Asturias, ha dado muchos platos de referencia a nuestra gastronomía.

En realidad, es un plato muy sencillo de carne de ternera con queso y jamón, todo ello empanado y acompañado de patatas fritas y en algunas ocasiones con pimientos de padrón o pimientos asados. Esta es la versión más clásica, ya que la originalidad de los cocineros ha dado a crear cachopos con diferentes carnes (cerdo o pollo) diferentes embutidos (cecina, chorizo…) y diferentes quesos. Para mí, el clásico es mi preferido. Pero entiendo y respeto la creatividad a la hora de evolucionar este plato. Hay muchos puristas en la materia que no les hace mucha gracia los cambios de ingredientes o las modificaciones gastronómicas en este plato clásico y con años a sus espaldas. Lo cierto es que los cachopos son los nuevos gin-tonics, con una infinidad de alternativas, personalizaciones, retrogustos...

A diferencia de sus primos hermanos como el Cordon Bleu o el San Jacobo, su nombre evoca hambre, compartir, disfrutar en grupo. Y es que el cachopo es un acontecimiento social, que implica "ir a comer Cachopo" y llegar a esa categoría es muy importante en la cocina.

Pienso que los platos referentes y populares en realidad tienen que ser sencillos, con pocos ingredientes y fáciles de hacer. Ya sea la tortilla de patatas, las croquetas o el gazpacho, platos referentes en nuestra restauración y que convierten el acto del buen comer en una experiencia apasionante.

Si no puedes ir a disfrutar de un buen cachopo a Asturias, cuna del buen cachopo y del buen comer, los fans de este producto lo pueden encontrar en múltiples restaurantes de toda España. Incluso en tiendas de alimentación y charcutería ofrecen el producto elaborado para que sólo tengas que freírlo en casa. Lo que te recomiendo es esta fantástica web www.guiacachopo.com en la que prácticamente te geolocalizan los mejores cachopos. Ellos los han probado todos y te describen sus características: precio, tamaño, tipo de carne... Por lo que no dejes de visitarla para organizar tu plan cachopero.

Sé que ya entramos en la operación bikini y que los tamaños de este producto pueden asustar a la báscula, pero lo bueno de los cachopos es que se pueden compartir entre muchos, además, merece la pena darse un homenaje antes de empezar a medir calorías. Así que antes de la operación bikini, móntate la operación cachopo.

A continuación te dejo una lista de los tres mejores (fuera de Asturias, donde mi favorito está en Gijón, en la Taberna El Quinto de Mariano Mier) para disfrutar de un cachopo en tu ciudad. En Madrid hay muchísimos asturianos de categoría con buenos cachopos, por supuesto. El domingo pasado fuimos a Teitu y allí está de 10 también.

Taberna La Charca. En pleno centro de Madrid.

Muy cerca está La Chalana, con buenos cachopos también.

Casa Parrondo, un asturiano de pura cepa en la calle Trujillos, 9.

¿Eres cachopero como yo? ¡Cuéntame dónde has comido tu mejor cachopo!