A la hora de vender o alquilar una vivienda es necesario disponer de una serie de documentos relativos a la propiedad. El último de ellos es el certificado de eficiencia energética del inmueble, que debe formar parte de la documentación básica que debemos entregar a la hora de alquilar nuestra propiedad. Si vas a alquilar una vivienda y no sabes cómo conseguir este documento o para qué sirve, te lo contamos todo en nuestro artículo.
¿Qué es el certificado energético de la vivienda?
El certificado energético de la vivienda es un documento realizado por un profesional técnico competente (ingeniero, perito, arquitecto..) en el cual se va a indicar el nivel de eficiencia energética de la propiedad correspondiente. En este documento se va a evaluar cuál es el consumo estimado de electricidad, gas y de otros suministros relacionados con el uso de la propiedad, considerando para ello parámetros como la ubicación de la vivienda, sus dimensiones o la capacidad de protección o aislamiento que ofrece frente al frío y al calor.
Como último detalle, los certificados energéticos se componen de 7 categorías desde la letra A hasta la G y cada vivienda recibe una calificación mediante estas letras. Las propiedades de categoría A serían las más eficientes en términos energéticos y las que menor consumo de gas y electricidad tendrían en condiciones normales. Las viviendas con etiqueta G serían las menos eficientes y las que tendrían un mayor gasto de esos suministros. Aunque la calificación energética E está por debajo de la media en la escala, es la más común en las viviendas españolas. Por lo tanto, si obtienes una calificación E en tu vivienda no te preocupes, se trata de una buena calificación.
A continuación, te mostramos un ejemplo real del documento con la calificación energética E de una vivienda.
En todo certificado energético se incluye un documento con medidas de mejora (Informe descriptivo de la medida de mejora) que, llevándolas a cabo, nos permitirán reducir el consumo de energía y por lo tanto mejorar nuestra calificación, un cambio que a la larga también notaremos en nuestro bolsillo.
Haciendo una similitud, el certificado energético de una vivienda es similar a la etiqueta energética que hoy día todos los electrodomésticos deben incluir obligatoriamente. Tal como pasa con el certificado, en esa etiqueta el electrodoméstico nos indica cuál es el consumo de energía y agua en condiciones de uso normales durante un año y también su comparativa respecto a otros productos similares.
¿Cómo se consigue el certificado energético de la vivienda?
Para conseguir el certificado energético de la vivienda es necesario buscar un técnico certificador debidamente autorizado en el lugar donde se encuentre la misma. Actualmente, una búsqueda en Google nos ofrece información respecto a cuáles son los certificadores habilitados que tengamos cerca y a los que podremos encargar ese servicio.
Una vez que hayamos contratado a uno de estos profesionales, este visitará la vivienda y tomará medidas de las diferentes estancias, analizando igualmente la calidad y el tipo de cerramientos que tenga la vivienda.
Con todos estos datos, el profesional introducirá los mismos en un programa informático que será el que realice los cálculos necesarios para asignar la calificación energética correspondiente y evaluar los consumos de energía y gas que hemos mencionado anteriormente. Desde que el profesional visita nuestra casa hasta que recibimos la calificación energética en nuestro correo suele tardar 48 horas, pero puede demorar hasta 1 semana dependiendo de la entidad certificadora.
Como último paso, es fundamental que este certificado se registre ante las autoridades de Industria de la Comunidad Autónoma en la cual se encuentre la vivienda. En general, este último paso también lo realiza el técnico encargado de las mediciones, aunque también es posible realizarlo por nosotros mismos, si no fuera el caso. De todos modos, es clave saber que si el certificado no está debidamente registrado, no sirve de nada. Por último, es importante saber que el certificado energético tiene una caducidad de 10 años, excepto para las propiedades que obtengan la calificación energética G, cuya máxima duración será de 5 años de validez. Pasado ese periodo será necesario volver a evaluar la vivienda y renovar el certificado.
¿Cuánto cuesta un certificado energético de vivienda?
Como última pregunta que seguramente te estés haciendo, hablamos a continuación de cuánto cuesta un certificado energético de vivienda. Al respecto, debemos saber que las tarifas de estos profesionales son libres, por lo que cada uno de ellos puede cobrar el importe oportuno que considere. Algo que hace muy recomendable pedir un presupuesto previo antes de contratar sus servicios, a fin de evitar sorpresas desagradables posteriores.
Como referencia, el importe de ese certificado varía según la ubicación de la vivienda y si hay que desplazarse a la misma. Varía, igualmente, según el tamaño de la misma, por lo que cuanto más grande sea la propiedad, más caro será el certificado. Y también en función de que esa vivienda tenga un diseño normal o complejo, con muchos vanos o huecos, que puedan complicar el proceso de medición y trazado de la estructura de la misma.
Como costes de referencia, para una vivienda de hasta 80 metros cuadrados, el precio del certificado energético se mueve de unos 50 a 250 euros. Para viviendas de hasta 150 metros, los importes se incrementan a un rango de 50 a 350 euros. Y para propiedades de mayor tamaño los precios irán subiendo algo más. De todos modos, hablamos de precios de referencia, así que pedir un presupuesto previo es algo fundamental antes de contratar a un certificador concreto.
¿Pueden multarme por no tener el certificado energético?
Si tienes una vivienda en alquiler y todavía no te has tomado en serio sacarle el certificado energético, es el momento de hacerlo porque, no hacerlo, puede derivar en multas de hasta 6.000 euros, según la Ley 8/2013 de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas.
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